San Antonio María Claret” fue un educador y fundador de la congregación de los “Hijos de Inmaculado corazón de María Misioneros Claretianos” cuya preocupación en la formación integral del niño los llevó e educarlos con “Verdad para la inteligencia y Bondad para el corazón” expresando que la ciencia y la virtud son como dos alas para volar y como dos pies necesarios para caminar”.
Basándose en estos principios, la educación Claret forma a los niños y niñas para la vida, cumpliendo sus responsabilidades y promoviendo su autosuficiencia, fomentando la participación activa y respetuosa de los niños con un gran marco de valores éticos, morales, religiosos, sociales, cívicos, estando acorde con el avance de la ciencia y la tecnología brindando calidad educativa.